Cultura Curiosa presenta: Cómo
aprende nuestro cerebro. La pregunta acerca de los mecanismos y modos que
utiliza para aprender nuestro cerebro es quizás una de las más difíciles de
resolver, ya que aún hay muchas incógnitas alrededor de la misma por parte de
la comunidad científica, sin embargo se sabe que debido a los procesos de neurogénesis estamos en
constante aprendizaje. Así que quédate y
te lo contamos.
Según estudios neurológicos, la
capacidad de aprender se basa en la plasticidad del cerebro, la cual puede
estimularse con el uso del mismo. Así
que la única manera de mantener una salud mental curiosos es sosteniendo una vida que gire en torno a
los nuevos aprendizajes.
El cerebro tiene cerca de cien
millones de neuronas, que están conectadas por unos enlaces conocidos como
sinapsis, los cuales se encargan de movilizar información de un lugar a otro. Algo
así como autopistas de la información. En los primeros años, la capacidad para establecer
relaciones sinápticas es fantástica, razón por la cual los niños son tan
hábiles para aprender cosas nuevas y con bastante rapidez.
Existen periodos críticos de
desarrollo cerebral, en los que se deben proporcionar ciertas experiencias sensoriales para que se
desarrollen determinadas áreas del cerebro; no obstante la privación de esas
experiencias no supone la pérdida de destrezas o facultades, ya que el cerebro
tiene una capacidad de adaptación y recuperación increíble, pudiendo con
entrenamiento, recuperar funciones perdidas. Un dato muy curioso
El cerebro del niño tiene una
gran plasticidad que se nutre constantemente por la experiencia propia y por la
información genética. En ese sentido, es importante saber aprovechar estos
primeros años del individuo, porque es en ese momento cuando se colocan los
fundamentos que sustentarán los futuros aprendizajes. No obstante el cerebro no
pierde su plasticidad, lo que nos afirma que siempre podremos aprender nuevas
cosas.
Es importante resaltar que cada
vez que aprendemos algo nuevo, nuestro cerebro es modificado, es decir que lo
esculpimos a partir de cada nueva experiencia. Y además tenemos la capacidad
para asimilar aprendizajes de larga duración, o de corta duración.
Howard Garner, identificó ocho
campos en los cuales se moviliza la intelilgencia humana, con lo que podrás
saber las vías por las que opera tu cerebro para el aprendizaje
El primero de ellos es la
inteligencia lingüística: Las personas que están dentro de esta categoría tienen
una capacidad alta en el uso del lenguaje oral y escrito. Son buenos leyendo,
escribiendo, contando historias y memorizando palabras y fechas. Tienden a
aprender mejor leyendo, tomando notas, escuchando conferencias y mediante
discusiones y debates. Tienen una alta capacidad para explicar, enseñar, hablar
y persuadir.
La inteligencia lógico matemática
está relacionada con los números, la lógica, las abstracciones y el
razonamiento deductivo e inductivo. Aunque normalmente suele pensarse que las
personas con una inteligencia general alta destacan en matemáticas, ajedrez,
programación informática, y otras actividades lógicas o numéricas, una
definición más exacta concede menos importancia a la capacidad matemática y
sitúa su énfasis en el razonamiento, el reconocimiento de patrones abstractos,
el pensamiento científico, la investigación, y la capacidad para ejecutar
cálculos complejos.
Las personas con una inteligencia
musical alta muestran una mayor sensibilidad a la música, los sonidos y los
ritmos. Suelen tener buen oído y a menudo saben cantar, tocar instrumentos o
componer música. Con frecuencia utilizan las canciones y los ritmos para
aprender y memorizar información y pueden trabajar mejor con música.
Las personas con una inteligencia
espacial alta suelen ser muy buenas para visualizar y manipular mentalmente
objetos. Tienen una gran memoria visual, saben orientarse con facilidad y son
buenos usando mapas.
Las personas con una inteligencia corporal-kinestésica son aptas
para la actividad física, como el deporte o el baile y suelen preferir
actividades que impliquen movimiento. Pueden disfrutar actuando o interpretando
y suelen ser buenas a la hora de construir objetos. Suelen aprender mejor
cuando hacen algo físicamente.
Las personas con una inteligencia
interpersonal suelen ser extrovertidas y caracterizarse por su sensibilidad
hacia los estados de ánimo de los demás, sus emociones y motivaciones y su
capacidad para cooperar y trabajar en grupo.
Las personas con una inteligencia
intrapersonal suelen ser introvertidas y prefieren trabajar solas. Son muy
conscientes de sí mismas y muy capaces de comprender sus propias emociones,
motivaciones y metas. Suelen sentirse atraídas por actividades que implican
pensar, como la filosofía. Aprenden mejor cuando se les permite concentrarse en
el tema de estudio por sí mismas.
La inteligencia naturalista tiene
que ver con la naturaleza, crianza, y clasificación. Aquellos con una
inteligencia naturalista alta tienen una mayor sensibilidad a la naturaleza, la
capacidad de cultivar y criar, y una mayor facilidad para cuidar a animales e
interactuar con ellos.
A modo de conclusión se sabe que
un individuo puede ejercer varias de las inteligencias a la perfección o
inclusive todas.
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